Metodología Lean StartUp

¿Alguna vez escuchó hablar de la Metodología Lean StartUp? Tradicionalmente un nuevo proyecto comenzaba en una oficina con un estudio profundo y análisis previo para dar rienda al plan de negocios, luego se procedía a la búsqueda de financiación hasta que tiempo después finalmente se lanzaba el producto al mercado. La metodología Lean StartUp ha revolucionado la forma de idear y lanzar nuevos productos, rediseñando su proceso, haciéndolos más eficientes y reduciendo el riesgo asociado al lanzamiento de cualquier idea innovadora.

Sus tres pilares son el aprendizaje validado, la experimentación y la iteración (acto de repetir un proceso con la intención de alcanzar un resultado) con el objetivo de disminuir los riesgos en el lanzamiento de un nuevo producto y aprender de las necesidades y peticiones del cliente.

La experimentación se trata ni más ni menos que la puesta en marcha de la idea o hipótesis inicial, convirtiendo el aprendizaje en la base sobre la que se construirá el modelo de negocio y saliendo al mercado lo antes posible.

Tal vez alguna vez haya escuchado hablar sobre El Producto Mínimo Viable o MVP, un concepto popularizado por el experto en StartUps, Eric Ries, que propone una versión parcial del producto orientada a descubrir rápidamente qué pide y necesita el cliente, empleando para ello el menor esfuerzo posible.



Así se comienza por validar una idea, no se trata de hacer una encuesta y preguntar si “les interesaría tu producto o servicio” sino de proponerle a usuarios reales si están dispuestos a pagar por ellos. Este proceso propone validar o refutar su hipótesis de negocio, le dará métricas o datos que le permitan aprender sobre su negocio y así evitar trabajar en un modelo de negocios que a la larga fracasará.

La metodología LeanStartUp permite invertir menos recursos (no sólo económicos, también en materia de tiempo y expectativas) en la fase del aprendizaje y testeo, para trabajar más fuerte en las fases posteriores. No es lo mismo salir a buscar financiación cuando sólo se tiene una idea, que cuando ya existe una validación sobre el funcionamiento del producto.

En resumen se trata de testear su propuesta de valor lo antes posible, experimentar y cambiar de rumbo sobre su idea inicial las veces que sean necesarias hasta alcanzar una estrategia óptima para el lanzamiento de su negocio. Lo bueno de una tienda online es que puede testear de forma rápida y a muy bajo costo si existe un interés por los productos o servicios que quiere comercializar y gracias a las métricas podrá obtener un panorama de qué cosas están fallando.



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